Marmalate es una verdadera campeona que proviene de una familia campeona, y esto no es una mera expresión. En los últimos 10 años, ha ganado más de 15 copas, un impresionante currículum que no sorprende si consideramos su excepcional linaje: Critical Mass x Lavender, una combinación de una sativa con detalles índicos y una índica con rasgos de sativa. El resultado sigue sorprendiéndonos hoy en día. Lo que más destaca de Marmalate es su facilidad de cultivo. Lo hemos experimentado en primera persona y también lo confirman aquellos que la han cultivado. No importa si la trabajas con un scrog, a través del sea of green en macetas de aproximadamente 8 litros o siguiendo los métodos tradicionales. Observarás cómo se desarrolla rápidamente y con vigor, y reacciona de manera óptima a todas las técnicas de poda que hayas probado. Además, si eres amante de esquejar, esta variedad no te defraudará. Sin embargo, debes tener en cuenta un detalle importante: vigilar la altura, ya que es común que estire notablemente justo antes de entrar en floración. Marmalate comienza con un efecto cerebral marcado, pero pronto se le une una relajación física. No te preocupes, no te dejará fuera de combate. Es el punto justo donde su uso terapéutico puede ser continuo. Si eres un fumador habitual, sus efectos psicoactivos no interferirán con tus tareas diarias. Al inhalar, experimentarás un sabor extremadamente dulce, con notas de golosinas y vainilla, acompañado de un toque de madera aromática. Sus tricomas estarán presentes en cada rincón, y sus característicos cogollos con ribetes azulados no pasarán desapercibidos. Si alguna vez ves una Marmalate por ahí, no habrá duda de que estás ante esta increíble variedad.