Los arándanos desecados conservan las propiedades nutricionales de los arándanos frescos.
¿Por qué elegir arándanos desecados?
Comodidad: Son fáciles de llevar y almacenar, perfectos para incluir en snacks saludables o añadir a recetas.
Versatilidad: Se pueden utilizar en una gran variedad de platos, tanto dulces como salados.
Conservación: Tienen una mayor vida útil que los arándanos frescos.
¿Cómo incorporar arándanos desecados en tu dieta?
Snacks: Combínalos con nueces, semillas o yogur natural para un snack saludable y energizante.
Cereales: Añádelos a tu avena o yogur para un desayuno nutritivo.
Postres: Utilízalos para decorar pasteles, muffins o galletas, o para preparar granola casera.
Platos salados: Incorpóralos en ensaladas, salsas o aderezos para darle un toque de sabor y color.
Batidos y smoothies: Agrégalos a tus batidos para aumentar el contenido de antioxidantes y fibra.
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